La reforma migratoria, también conocida como “Plan C”, propuesta por Biden fue rechazada el pasado viernes por tres congresistas demócratas. En consecuencia, se esfuma la esperanza de que se convirtiera en realidad para esta Navidad.
La senadora Elizabeth MacDonough determinó que no se puede incluir la reforma migratoria en el programa “Reconstruir Mejor”. Cabe mencionar que esta iniciativa buscaba la protección temporal contra la deportación de más de siete millones de indocumentados y también proponía permisos de trabajo.
La comunidad de inmigrantes manifiesta cansancio y decepción frente a las falsas promesas y más de 40 organizaciones proinmigrantes han decidido levantar su voz para reclamar sobre la situación de millones de inmigrantes.
“Tendríamos que aceptarlo pero no es justo” -exclama Fernando Suárez del Solar, activista proinmigrante.
¿Qué implica la propuesta migratoria?
En términos generales, la reforma migratoria aplica para aquellos inmigrantes sin antecedentes penales que llegaron a suelo estadounidense antes del 1 de enero de 2011, que hayan vivido en Estados Unidos un promedio de 20 años, manteniendo a sus familias y pagando impuestos sin ayuda de beneficios sociales. Aproximadamente siete millones de indocumentados serían beneficiados a lo largo de 10 años con la posibilidad de que esta propuesta sea extendida.
En esencia, los elegibles para obtener estos beneficios serían quienes hayan vivido en Estados Unidos un promedio de 20 años, hayan trabajado, mantenido a sus familias y pagado impuestos y que no hayan recibido beneficios de la red de asistencia social.
La propuesta migratoria de Biden incluye:
- Permiso de permanencia temporal
- Protección temporal contra la deportación
- Permisos para trabajar
- Autorización para viajar
- Licencia de conducir
- Programas de ayuda federal
Algunos activistas consideran que no es realmente suficiente para los inmigrantes, porque son medidas temporales y a un alto costo.
“La realidad es que el migrante para legalizar está dispuesto a pagar cualquier cosa y el Departamento de Inmigración lo sabe, por eso cada vez que abren una oportunidad para ellos es dinero, entonces es un negocio”, comenta la activista Marta Samano.
Indignación entre los inmigrantes ante la reforma migratoria
Hace 35 años que el Congreso no aprueba una ley para que un gran grupo de inmigrantes acceda a la ciudadanía. El último presidente que avanzó en asuntos migratorios fue Ronald Reagan, quien firmó una ley para regularizar la situación de tres millones de inmigrantes sin documentación en el año 1986.
“Los demócratas nos deben esa reforma porque lo prometieron en los últimos gobiernos. Han utilizado al migrante, al ciudadano y al latino para llegar al poder y no han cumplido con su promesa”, reclama Alfonso Seiva, un inmigrante que se hizo presente en la manifestación.
Sin dudas, se trataba de un proyecto que había generado mucha expectativa en la comunidad de inmigrantes y semejante desenlace generó preocupación y malestar en la misma.
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